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| La elección presidencial en octubre le permitirá a Chávez probar la fidelidad de sus dirigentes |
Después de casi 13 años en el poder, la efectividad del presidente Hugo Chávez para promover candidaturas se pone en duda. Luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara la separación de las elecciones del próximo año, él mismo lo admitió: “Me gusta mucho que las presidenciales sean separadas de las de gobernadores. Voy solito”, reseña La Verdad.
Esto, según los analistas políticos, responde a una estrategia que el primer mandatario pretende evitar: “Chávez considera a los gobernadores y alcaldes socialistas una mala compañía. Sabe que cualquier peso que le coloquen encima hundirá su embarcación. Calcula que juntar las elecciones de Presidente con las regionales le quitará votos”. Para el politólogo Fausto Masó, la “mala gestión” de los mandatarios rojos rojitos podría empañar la campaña por la revalidación de Miraflores.
Hacer los comicios el 7 de octubre de 2012, dos meses antes de la consulta regional, le cae como anillo al dedo al jefe de Estado. No solo lo deslastrará de la mala racha que haya podido tener algún dirigente local, sino que le permitirá permanecer en el poder hasta la siguiente elección, para decidir a quién le levanta la mano o a quién no.
“El Gobierno siempre supo que la elección que primero se realizaría sería la de Presidente. Él necesita evaluar los estados en lo que tiene gobernadores aparentemente rojos que en realidad no lo son”, comenta Oswaldo Ramírez, politólogo y director de la firma ORC Consultores.
A su juicio, medir antes el cargo de la primera magistratura será una especie de prueba para unos candidatos que quieren aparecer en la campaña al lado del Presidente, pero que primero tendrán que demostrar cuántos votos le pueden aportar.
Portaaviones herido
“Chávez no se presenta como un portaaviones eficiente para las elecciones regionales y locales”. Según lo sostiene Jhon Magdaleno, politólogo, desde las elecciones regionales de 2008, el primer mandatario comenzó a “perder fuerza como actor de campaña”.
El último referéndum lo ratificó. En las parlamentarias de septiembre de 2010, el jefe de Estado recorrió el país de la mano de aspirantes a diputados, y la táctica le falló: La oposición superó en votos al oficialismo.
El efecto portaavión también lo merma su enfermedad. Ramírez advierte de que será inevitable que el presidente Chávez no pueda recorrer el país como estaba acostumbrado. “Se verá a un candidato menos presencial. Nadie sabe cuánto puede aguantar el Presidente en una jornada tan dura como la que se avecina, en la que se requiere una condición física importante”.
Tal como lo asegura el consultor electoral, esta vez el oficialismo requerirá “multicandidatos”. “Necesitan personas que no son Chávez pero que cercanas a él puedan hacer campaña en todos lados”.
Los numeritos
Ayer lo reiteró: “10 millones de votos, no acepto menos de eso”. La revolución se fijó un tope, que los analistas tildan de ambicioso.
“Hay un Registro Electoral de más de 17 millones de electores. No creo que alcance esa cifra. Está hablando de querer ganar la elección con 80 por ciento de los votos, y eso no coincide con el comportamiento electoral que hemos venido observando”, sostiene Oswaldo Ramírez.
Y es que la línea electoral desde que el presidente Chávez perdió la primera elección, en la Reforma Constitucional de 2007, viene en descenso progresivo y dejando a una oposición cada vez más fortalecida.
“Es cierto que en las elecciones donde él participa no solo los número de participación son más altos, sino que tiende a tener un poco más de ventaja”, advierte Ramírez al tiempo que reitera que el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática tendrá un trabajo duro en lograr convencer a ese elector que el oficialismo desasistió y al que esta vez no tendrá oportunidad de llegar.
Los expertos lo vaticinan: El peso de más de un millón de jóvenes que votarán por primera en octubre de 2012 será vital. El chavismo juega a que la clase media no se inscriba en el registro electoral. Los nuevos electores serán decisivos. Y ambos bandos lo reconocen, lo que viene el próximo año será una lucha, una de aniquilación electoral.
Comportamiento electoral hacia el chavismo
Presidenciales 1998 (Llega al poder)
Chavismo: 3.673.685
Oposición: 2.863.619
Constituyente abril 1999 (se mantuvo)
Chavismo: 3.630.666
Oposición: 300.233
Constituyente diciembre 1999 (se mantuvo)
Chavismo: 3.301.475
Oposición: 1.298.105 votos
Presidenciales 2000 (se mantuvo)
Chavismo: 3.757.773
Oposición: 2.530.805
Revocatorio 2004 (suben los dos factores)
Chavismo: 5.800.629
Oposición: 3.989.008
Parlamentarias 2005 (chavismo baja los votos)
Chavismo: 1.871.419
Oposición: no participó
Presidenciales 2006 (subió)
Chavismo: 7.309.080
Oposición: 4.292.466
Reforma 2007 (bajó)
Chavismo: 4.404.626
Oposición: 4.521.494
Regionales 2008 (subió pero bajó la ventaja)
Chavismo: 5.541.942
Oposición: 4.712.621
Enmienda 2009 (suben los dos factores)
Chavismo: 6.310.482
Oposición: 5.193.839
Parlamentarias 2010 (baja)
Chavismo:5.423.324
Oposición: 5.674.343
Nailibeth Parra Carvajal – nparra@laverdad.com
